Hace unos días tuve la oportunidad de participar en el evento Siemens Days, Ingenio para la Vida. En concreto fui invitado a una mesa redonda, junto a Enrique Dans, Luis Martin y Antonio Ortiz, sobre el papel de los directivos en la digitalización de nuestras empresas.
Antes de avanzar, quiero agradecer la invitación de Rosa García, presidenta de SIEMENS España, y aprovecho este post para aplaudir su implicación y trabajo en el ámbito de la divulgación tecnológica, generando foros de debate sobre digitalización e Industria 4.0.
Entre otras cosas, en la mesa redonda se habló del papel de los CEOs españoles en la digitalización de nuestras empresas y del interés de las redes sociales como un instrumento más que les ofrece la digitalización, al ser un canal de comunicación con nuestros stakeholders. Cada aportó su opinión sobre cómo debía ser un directivo digital en la actualidad, así como de las características de la cúpula directiva de una empresa digitalizada.
Personalmente considero que una empresa digitalizada tiene una cúpula directiva con una visión clara de la importancia y los beneficios que aporta la tecnología. La empresa tiene una visión y unos valores compartidos y pone a disposición de sus empleados las herramientas para que puedan trabajar mejor en una nueva era de constantes cambios (trabajo en remoto, flexible, uso intensivo de dispositivos móviles, etc).
Pero, si hay algo que realmente me sorprende es el escaso uso de los Medios Sociales por parte de nuestros directivos y mandos intermedios. Es verdad que este punto no es ni mucho menos el aspecto fundamental de la digitalización, pero personalmente considero que es importante.
¿Podemos afirmar que un directivo que no utiliza redes sociales es un directivo digital?
Mi respuesta es categórica, no lo es. Un directivo que vive fuera de las redes sociales está renunciando al contacto directo con clientes, proveedores o empleados, está obviando el fantástico torrente de conocimiento e información que aportan las redes, y además en tiempo real. No perciben su utilidad cuando en realidad son herramientas básicas de la economía digital.
Un número importante de directivos y mandos intermedios encuentran en LinkedIn una ventana para darse a conocer como profesionales. Todavía quedan muchos directivos de grandes corporaciones, medianas y pequeñas empresas, que renuncian a utilizar este canal como algo más que un mero directorio.
De los profesionales y directivos que forman parte de mi red de LinkedIn, menos del 40 % utiliza este canal para compartir contenidos de su interés, y solo una pequeña parte (un 10 %) utiliza activamente LinkedIn para dar a conocer sus opiniones.
Con respecto a Twitter, utilizando como muestra mi entorno, menos del 30 % de los profesionales y directivos que intento localizar tienen un perfil en Twitter, y no más del 15 % de los que lo tienen comparten su opinión de forma activa.
Con respecto a directivos que tienen un Blog, en el que dar su opinión o compartir contenidos, el número es ínfimo.
Siendo esta mi percepción, creo que esto ocurre, entre otras razones, por:
- LinkedIn se percibe como un canal de búsqueda de empleo y no para compartir experiencias y reflexiones. Tampoco se saca el máximo partido a la oportunidad que ofrece a los directivos y profesionales para darse a conocer y contactar con otras personas.
- Creo que Twitter genera miedo, es un tremendo altavoz que los directivos no saben cómo se usar y temen errar.
- Las organizaciones no potencian que sus directivos y mandos intermedios tengan una opinión propia, y son muy celosas de que un mensaje de un directivo sea percibido como una opinión de su propia compañía, de ahí la común advertencia en muchos perfiles de profesionales de: Lo que aquí digo son mis opiniones personales…
- No hay, en general, una visión corporativa de formar a las cúpulas directivas para que puedan gestionar con éxito su presencia en los entornos sociales.
- Quizás no hay una estrategia clara de comunicación corporativa para que los directivos se sientan cómodos en redes sociales.
Tras el evento de Siemens lancé este tuit:
Con ese escueto tuit he querido aglutinar el argumento de que es bueno fomentar el uso de redes sociales entre directivos y mandos intermedios, más allá de un mero escaparate. Creo que las corporaciones deberían fomentar, incluso quizás exigir, que se tuviera una presencia razonable en redes sociales. Por otro lado me resulta extraño utilizar un canal de comunicación como Twitter para trasladar el mensaje de un directivo que no es identificable como usuario de esa red.
Quizás sea algo extrema mi opinión, pero creo en éste como en otros muchos temas de digitalización queda mucho por hacer en nuestras organizaciones. Estaré encantado en cambiar mi opinión si me convencéis de lo equivocado que puedo estar 😉